miércoles, 19 de abril de 2017

Yo, me, mí, conmigo

Esto va por ti, y no me mires así, que ya lo hemos hablado otras veces.
Las dos sabemos que hay veces que tienes miedo, no sé de qué ni de quién, pero se te nota. Y no es malo que aparezca, lo malo es que te hace diminuta pequeña, nos hace diminutas, para poder insertarnos en una cajita sombría y que nadie pueda observar nuestras virtudes.
Con la de cosas buenas que tienes, no te escondas por favor. Y si tienes dudas de todas ellas, pregúntale a él, te las dirá de mil formas diferentes cada día con tal de hacerte abrir los ojos y poder verlas.

Todos tenemos complejos, no te atormentes por ellos, sabes que no eres la única a la que estos pensamientos rondan por la cabeza. Hay mil cosas de ti que no te gustan, pero debes hacer el esfuerzo de aceptarte. Es tu cuerpo, es tu vida, es tu hogar, en dónde vas a vivir siempre por lo que no le odies, disfrútate. Como tú nada más que hay una persona en todo el mundo, y son esas pequeñas marcas las que te hacen diferente y especial, muy especial.

No me malinterpretes con estas palabras, no te obligo a nada, simplemente te aconsejo. Entiendo tu pánico, cuando muchas veces te han criticado tanto una cosa, realmente da miedo enseñarla. Pero sabes que te rodean personas increíbles y cuando les comentas cada una de tus pesadillas, te dicen alegremente que ni se te notan, devolviéndote la confianza que te ha quitado día tras día todos los demás. Esa confianza es maravillosa, y por eso debes tomarla de la mano y no soltarla jamás, que nos acompañe en nuestro camino y evite que caigamos al tropezar. Después de todo, un tropiezo no es una caída, pero te mantiene alerta para el siguiente bache.

Sal de casa cada día con una sonrisa, sabes que tienes miles de ellas guardadas en ese rincón alto al que nadie llega y donde guardas cosas que olvidar porque parecen innecesarias, pero no lo son. Tus sonrisas son valiosas y muchos las aprecian, ¿por qué no se las regalas? hacen demasiado por ti como para no cedérselas. Incluso cuando no te veas capaz, te van a recordar por todo lo que has pasado y aguantado como para que quieras apagar tu luz, no van a dejar que te rindas ahora.

Hazlo por ti, por ellos, por él y por la vida que deseas. Demuestra que eres feliz, y que merece la pena perseguir la felicidad en vez de darle de lado. No te voy a negar que para conseguirla has tenido que marcar tu piel con muchas cicatrices, más de las que te imaginabas, pero sabes que es el precio a pagar. Y aunque ahora no te guste ninguna de ellas, las vas a acabar amando, porque al mirarlas en tu mente se reproducirá ese momento que tanto te costó superar pero que hoy por hoy, está superado. Solo son marcas en la piel, aunque su trasfondo oculte cada lección que has aprendido y que te han hecho crecer.

Quiérete, sé que eres despistada pero no te olvides nunca de ello, aunque necesites llenar la casa entera de posits para recordártelo. Una vez te encuentres por completo y descubras que cada rincón de ti es fascinante, no habrá quien te pare, ni siquiera tú misma.


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